Uam Azcapotzalco 3+Mr kone

Tercer día de ILUSTRADISEÑO: con un nudo en la garganta.
Hoy quizá ha sido el día mas emotivo que he tenido este año. No hay palabras para describir el recibimiento en mi conferencia. Pero sobre todo el sentirse de verdad en casa. Es algo que hace mucho tiempo no había sentido.
Para empezar; mi presentación la termine a las 6:30 de la mañana. Porque a cada lugar que voy trato de presentar nuevas cosas. En este caso decidí recapitular lo que ha sido estos 11 años, pero sobre todo mas de 12 años que deje la universidad y las expectativas con la que deje de ser estudiante. Tantos recuerdos que me viene a la cabeza de esa época.
Salí tarde de la casa, a las 9:00 de la mañana. Muy estresado, sobre todo sabiendo que el traslado para llegar a la UAM son aproximadamente una hora y media; en un horario de poco transito. Pero para mi fortuna no hubo clases y había menos transito. Lo que nunca, me toco taxista veloz, mentalmente decidí la ruta y lo que nunca, no titubee al decidir que ruta tomar. Era algo de película; entrar al metro y llegando a los andenes; entraba segundo antes de que cerraran las puertas el metro, así fue en cada transbordo, de igual manera al salir y encontrar un taxi libre. A eso de las 9:55, recibí la llama de Jaime Vielma (amigo, profesor y organizador del evento, casi un hermano para mi), que estaban impaciente por mi llegada. Al final llegue con 3 minutos tarde, en menos de una hora me traslade desde Iztapalapa a Azcapotzalco, que para la gente que vive en esta ciudad sabe que es algo casi imposible por la distancia y el trafico de la ciudad.
Cuando llegue; estaban entrando al auditorio la gente, me senté en la silla, inserté mi el disco y todo salió a la perfección.
No estaban nervioso, todo fluía muy bien, pero casi para terminar; al momento de empezar a contarles el sacrificio que hemos estado haciendo mi familia y yo, para darme esa oportunidad de hacer lo que me gusta... se me quebró la voz. Jaime intervino tratando de darme tiempo para poder respirar... paso algo muy curioso, entendí algo que no había podido decir... de verdad me sentí en mi casa, era como volver el tiempo, me sentí protegido y sobre todo como si un gran carga emocional estuviera aflorando. Podía verme claramente sentado en esas butacas, recorrer los pasillos de la Universidad, recordar a esos profesores que me extendieron su mano, sus consejos, su apoyo. Y esa vieja y extraña sensación de estar perdido en el camino, que ahora sentía como desaparecía para siempre.
Tome aire y continúe mi charla. Era importante para mi explicarles a los jóvenes estudiantes, que mi caso es particular; porque he tomado decisiones nada sencillas en mi vida. El como muchas veces he cometido errores, pero al final sigo intentando hacer lo que me gusta y hacerlo sobre todo; con pasión. Realmente mi interés era contarles como uno debe ir trazando su camino, y que yo no se toda verdad de las cosas. No quiero ser un ejemplo para nadie, pero si darles un buen consejo, que vieran ese lado humano de la vida y de la cosas. El éxito, la fama o el dinero, no lo es todo. Creo que mi interés era decirles, hagan lo que quieran de su vida, pero háganlo tratando siempre de disfrutar cada pequeño detalle, cada instante y sobre todo sean felices.
Ya para finalizar, repetí las palabras que se quedaran grabadas el resto de m vida. "El día de hoy lloré al cerrar un ciclo en mi vida, no porque me sienta ya realizado, por que me siento protegido en un lugar que considero mi casa". Estas son palabras sinceras, que me hacen ver desde otra perspectiva la vida y me entusiasman a seguir creciendo.
Con lagrimas en los ojos, Jaime se levanto de su silla y la gente en el auditorio me aplaudió parado... Nunca en mi vida había vivido una experiencia así y son sucesos que me llevaré grabadas en mi memoria...

Gracias a la gente que me apoyo en los años de estudiantes que nunca olvido, gracias por recibirme con los brazos abiertos, y sin pena a decirlo, gracias por hacerme sentir un hijo prodigo de la UAM Azcapotzalco...

Gracias infinitas a mis profesores y amigos
Itzel Sainz González, César Martínez, Marco Marín, Miguel Hirata, Paloma Ibáñez, Verónica Arroyo, Julia Vargas Rubio, Bela Gold, Araceli Zaragoza, Martha Gutiérrez, a los profesores del laboratorio de fotografía y la gente que ahora se me olvidan sus nombres.
Pero especialmente a ti Jaime Vielma; por brindarme tu amistad, enseñarme el camino y por seguir siendo mas que un amigo.
Gracias.