El convivir con gente como Itzel, es muy enriquecedor, no solo por ver la forma en que trabaja, si no por la convivencia personal, compartir conmigo una amena charla y hacerme sentir como un miembro mas de su grupo de amigos y familia.
Agradezco infinitamente el entusiasmo, la energía y las ganas de hacer las cosas; que trasmite Itzel. A su familia y amigos, por darme la oportunidad de entrar a su casa y ser parte de esta experienca. Gracias por permitir seguir con este proyecto personal, pero sobre todo por contagiar la pasión por su trabajo.
Niña Coco... Gracias.
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