lunes, marzo 16, 2009

Adiós Gus.

La noche fue larga, al principio no terminaba de entender el extraño sentimiento, pero hoy en la mañana que me levante, se hizo evidente y por fin lo comprendí. Ayer me sentí algo melancólico y recordaba un poco la vida en las calles donde crecí, la música que escuchaba, mis amigos y recordaba a aquellos que en busca de mejores oportunidades de vida; se fueron a trabajar a Estados Unidos y los que que se quedaron. Desde hace varias semanas recordaba a Gus, el séptimo de ocho hermanos. Gus tenía un hermano menor que era Pini. Junto con mi heramano que es mayor que yo por un año, convivíamos mucho entre nosotros, compartíamos la tarde de los sábados y domingos en las canchas de basketball de mi colonia, y en las noches nos alistábamos para ir a las fiestas. Gus siempre se distinguió por ser una persona tranquila, a diferencia de Pini, pero siempre era el primero en defendernos. Con el tiempo fue de los que creció mas, casi un metro noventa. Desafortunadamente Gus tuvo que empezar a trabajar y ya ni siquiera intento entrar a la preparatoria. Se hizo carpintero y con el y sus primos a veces me iba a ayudarlos a pulir puertas y colocar pisos. Un día cansado de la vida en México; decidió irse a trabajar a Estados Unidos, pero primero decidió pedir la mano de la única novia que le conocimos, podía decirse que era el amor de su vida. El primer año fue el mas difícil, pero para el segundo, regreso para casarse con su novia y llevarla a vivir con él, con la intensión de nunca mas volver. Aún recuerdo esa última vez que lo vi. Muy contento y deseando que la vida nos pintara mejor.
De eso hace mas de 15 años... el día de ayer me enteré de que regreso, me imagino que ese era su último deseo a pesar de que ya no quería volver. A ciencia cierta no se bien lo que paso. Solo se que 9 días después de su muerte, el cuerpo de Gus, uno de los hijos mas chicos de doña Remedios, regreso a casa para quedarse y nunca más volver a irse.
Agustín era solo un año menor que yo. Deja a padres, hermanos, esposa e hijos, y de cierta forma un extraño vació en mi vida. Porque aunque llevaba mucho tiempo sin verlo, me sentía feliz por él, que había logrado tener otras opciones de vida. Tenía planeado visitarlo en algún momento. Que corta puede ser la vida y a la vez que largos son los años que vamos recorriendo.

A tu memoria Gus.

Dudo que amanezca hoy
cielo y tierra bajo el sol
de un mal sueño, de un mal sueño
no despertarán.
No habrá más fiestas ya.

El tiempo como un cristal
mis venas cortando está
no lo podréis celebrar
no, ya no podréis.
No habrá más fiestas ya.

Después no despertaré
no despertaré
tal vez sea mejor, entonces ríndete.
No habrá fiestas para mañana
abandónate, abandónate
como una hoja en el viento ¡viento!

No hay comentarios.: